En este momento estás viendo ¿Para qué tocar (un poco) esa música (no tan) rara? Conferencia en el X Festival de Flauta de Junín

¿Para qué tocar (un poco) esa música (no tan) rara? Conferencia en el X Festival de Flauta de Junín

Buenas tardes a todos. Mi nombre es Patricia García y los saludo desde Buenos Aires en la X edición del Festival de Flauta de Junín.

Quiero agradecer a Daniel Ferrúa y Martín Kieffer y a todas las personas que han hecho posible que estemos todos conectados en este festival.

Mientras se van sumando a este encuentro, les cuento que vamos a tratar de ver qué nos pasa con esta música, para mí no tan rara, y cómo algunas técnicas nos sirven para el trabajo técnico diario, y también resultan útiles como remolcadores de ciertos problemas que a veces no sabemos cómo solucionar.

Les pido que tengan a mano su flauta. Voy a hablar un rato, pero he traído también algunos experimentos que pueden probar en casa.

¿Para qué tocar un poco de esa música no tan rara? Como muchos saben me dedico a la música contemporánea y me es muy grato acercarlos a una flauta que no es nueva, que la tienen en sus manos, y aún no se animan a descubrir.

Pero ya dije la palabra “rara”, que es música contemporánea. Y también dije la palabra que da miedo “descubrir”.

Así que vamos a ir por partes. Cuando decimos música contemporánea, ¿con qué la asociamos? Me gustaría que escriban la primera idea que se les viene a la cabeza. Les doy unos segundos.

He hecho esta pregunta en varios grupos y las respuestas son:

– Ah, no, eso no es música

– Es una música de ruidos, muy rara

– Es una música muy difícil de comprender

– olvídate, llevo años tocando musica y ya tengo el sonido que siempre quise, tocar musica contemporanea me arruinaría toda la técnica

– puf! Ni loca te solfeo esas partituras

Y ahora veamos nuestra flauta, esa que tienen ahí. Seguramente tocaron música barroca, clásica y romántica. ¿y por qué no tocan música contemporánea? También me gustaría escuchar sus respuestas. Tuve algunas con las quizás algunos se sientan identificados:

No tocan esta música porque las partituras no se entienden la flauta se arruina, porque el sonido se te desarma.

Que las partituras no se entienden, es sólo un problema de paciencia. Venimos acostumbrados a leer a primera vista cualquier partitura que pongamos en el atril, y de repente no podemos leer éstas a primera vista, y eso en el fondo, es una frustración, se siente como un fracaso. La música contemporánea es como leer en otro idioma, sólo es cuestión de reconocer símbolos a los que no estamos aún acostumbrados. Traten de recordar los primeros pasos que dieron leyendo música, o palabras. Fueron paso a paso, y acá es lo mismo, salvo que hay una base, que es el sistema musical que ya conocemos, al que hay que agregarle símbolos nuevos. Pero es paso a paso.

Todas las técnicas que se utilizan en la música del siglo XX han sido descubiertas por flautistas, con lo cual, el instrumento siempre estuvo en buenas manos.

Por otro lado, las técnicas que utiliza se llaman técnicas extendidas, no pertenecen a las técnicas tradicionales, y practicarlas nos puede ayudar a tener mejor sonido, tener mejor control de la columna de aire y del trabajo de la lengua y las articulaciones, y nos abren una puerta a un mundo de sonoridades enorme.

Pensamos que lo contemporáneo es un estilo moderno, más allá de pensar que la nueva música nos ofrece un mundo de muchas culturas y voces. ¿Qué hay de malo con lo extraño y disonante?

La música contemporánea nació en plena era Industrial, cuando un italiano, Luigi Russolo, presentó en 1916, (¡¡hace más de 100 años!!) un manifiesto al que llamó El arte de los ruidos, donde observa que el espacio sonoro de las ciudades se había enriquecido con el ruido de motores, de máquinas, de chirridos, etc, y planteó por qué no utilizar el ruido como nuevo material musical.

En esta búsqueda de nuevos sonidos, flautistas y compositores, se aventuraron en la exploración de nuevas maneras de tocar la flauta. Estas nuevas maneras, también llamadas técnicas extendidas, se han ido incorporando al mundo sonoro de nuestro instrumento a tal punto, que la flauta es uno de los instrumentos que más ha desarrollado dichas técnicas en su repertorio.

Entonces, podemos definir las técnicas extendidas como aquellas formas de producción sonora que no se corresponden o no forman parte de la técnica tradicional.

Bien. Aunque no nos dediquemos a la música contemporánea, practicar las técnicas extendidas tiene sus ventajas:

Por un lado, nos hacen analizar, conocer nuestro cuerpo, nos plantea otra forma de tocar, nos da flexibilidad, y no lo digo refiriéndome a lo muscular, sino que nos deja ver desde otro lado a nuestra flauta.

Como les dije antes, incorporar algunas prácticas de técnicas extendidas nos ayuda a dominar la embocadura, la columna de aire y la lengua como elementos independientes de un mismo organismo.

Y por esto mismo es que las llamamos técnicas y no efectos, porque no son sólo ruiditos. Cuando hablamos de técnica nos referimos a acciones que conllevan un proceso de autoconocimiento no sólo físico sino de sensaciones que vamos a ir internalizando poco a poco. Digo esto porque al principio pueden no salirnos, pero si entendemos que es una técnica, con paciencia y constancia vamos a lograr resultados.

Vamos entonces a probar algunas de estas técnicas.

Si están cansados de hacer los ejercicios de apoyo, o le quieren hacer alguna variante, pueden utilizar los SONIDO DE JET. Esta técnica se llama así por emular el sonido del jet. Se produce con un fuerte ataque de aire con la embocadura cerrada. Estoy segura que ya la hacen cuando calientan el instrumento, sólo que como ejercicio es más divertido.

Hacer secuencias de jet ayuda a fortalecer los músculos abdominales y la respiración de jadeo.

FRULLATO se llama a la técnica que consiste en soplar mientras realizamos la letra R con la lengua o la garganta. Constituye una de las primeras técnicas extendidas y está entre las más utilizadas. Puede realizarse con la lengua o con la glotis.

Cuando ustedes hacen frullato, la columna de aire sale a la velocidad justa que necesita el sonido. Para hacer frullato, el cuerpo se dispone a trabajar: el apoyo (si se fijan están apoyando cuando lo hacen), la garganta y la embocadura están abiertas y relajadas, y el aire sale a una velocidad más rápido permitiendo que la lengua mantenga el rulo de la R, como si fuera un molino de viento, si no hay viento, el molino no se mueve.

Pueden trabajarlo sobre notas largas, cuando hacen sus ejercicios de sonido, alternando entre frullato y sonido normal.

Para sentir la diferencia, hacemos unas notas lisas, notas con frullato, notas lisas nuevamente.

Siempre es muy importante que presten atención a la calidad del sonido antes y después del frullato.

Básicamente los ARMÓNICOS son capas de notas o frecuencias que están contenidas en una nota. Soplando en diferentes velocidades se van develando las notas sobre la fundamental que estamos tocando.

Pueden realizarlos sueltos, antes o después de hacer las notas largas. La práctica de armónicos les va a colorear el sonido con más armónicos.

Cuando están estudiando sonido y lo sienten apretado o sin color, TOCAR Y CANTAR es una muy buena opción para volver al sonido.

Esta técnica utiliza la misma posición en la cavidad bucal que utilizamos para tocar la flauta, con lo cual, hacerla nos ubica la boca para tocar.

El ejercicio más utilizado es el Taffanel nro. 4, aprovechamos que tiene 4 repeticiones. Tocamos, cantamos, tocamos y cantamos y tocamos.

Si están atentos y comparan el primero con el cuarto compás, estoy segura que van a sentir el sonido más abierto y que fluye.

Los SONIDOS SILBADOS son producidos a través de la embocadura con una muy fina columna de aire y producen un sonido similar al de los armónicos en el violín, con un color extremadamente suave.

Es un buen ejercicio para controlar la embocadura, y relajar los labios después de un tiempo de tocar. Lo pueden hacer después de la práctica, o si sienten los labios muy tensionados.

La técnica de GLISSANDO es muy común en las flautas del mundo, pero en nuestro instrumento es una técnica que hasta hace algunos años se ignoraba. Existen dos categorías: de embocadura y de dedos. Para la producción de la primera se puede utilizar el cambio de tensión en los labios sumado al giro de la embocadura, para afuera o adentro.

El glissando con la embocadura es muy productivo si lo utilizan con el afinador. Para adentro o afuera, buscando que el bending suene todo lo posible, nos vamos y volvemos a la afinación original. Esto entrena el oído, y nos muestra que los límites de la embocadura son mucho más grandes de lo que pensamos.

Al momento de internalizarlos, los SONIDOS DE AIRE son demandantes físicamente en el alumno. Una técnica absolutamente contraria a lo que el estudiante durante años perfecciona en cuanto a sonido. La técnica tradicional exige un sonido pleno y pulcro, sin restos de aire, con una embocadura que lo sostenga y contenga.

Contrariamente a ello, los sonidos de aire son eso: sólo aire. La primera dificultad es romper con esa enseñanza tradicional, pero una vez que entendemos que producir sonidos de aire no nos va a “arruinar” nuestro sonido clásico, entonces nos permitimos aprenderlo y practicarlo.

Cuando hacemos escalas con sonidos de aire, podemos sentir cómo el aire “corre” por encima de la embocadura, liberando los labios de esa búsqueda que enhebra cada nota. Liberamos los labios, la garganta, el aire fluye y el sonido es libre. ¡Así da gusto tocar la flauta!

Los GOLPES DE LLAVES Son los culpables de que ustedes no toquen música contemporánea. Es la más fácil, y sólo para que la conozcan, se trata de producir un impulso sobre la llave para que se oiga el ruido. No la vamos a incorporar como práctica a la técnica. Sólo para que la conozcan.

Si se fijan bien, las zapatillas de la flauta se rompen cuando se guardan húmedas, o cuando no se limpian por muchos días, que golpeemos las llaves un par de veces no las va a romper. Y si se rompen, el luthier nos va a esperar con los brazos abiertos, ellos trabajan para arreglar nuestras flautas.

La técnica del PIZZICATTO me ha servido mucho con alumnos que sienten que tienen problemas con los ataques o el staccato. No es la pastilla mágica, pero ayuda mucho a dirigir la lengua y trabajarla independientemente del aire. Fíjense que en la técnica tradicional la lengua siempre va de la mano con el sonido, nunca sola.

Pero acá no, solo tenemos que hacer una letra T sin aire, primero sin la flauta y después con el instrumento, así oímos la resonancia del tubo.

Y si tienen ganas de jugar, ya después que hicieron toda la técnica y los estudios que les dieron los profes, pueden jugar un rato con las CONSONANTES: T, K, CH, P, o con la S, SH, F, G, J y R, afuera o adentro del tubo.

Pueden hacer sus propias IMPROVISACIONES, o grabarse y pasarle a un amigo la grabación para que improvise encima. Para relajarse.